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21.11.06

porca misèria

Por lo visto hoy es el día internacional de la tele (y voy yo y hablo de cine :P). Pues hoy precisamente no voy a ver la tele. Y es que me he dado cuenta de que de lo que dictan los programadores, sólo soy fiel a 3 espacios: un programa de crítica de tele (TeleMonegal), otro de sátira política (Polònia) y una serie (Porca Misèria).

Los dos últimos se emiten por TV3, los jueves. Antes Porca Misèria se emitía los miércoles pero después de un parón de dos semanas (una por fútbol y la otra por las elecciones), lo pusieron después de Polònia, así que el jueves es la noche TV3. De Polònia ya he hablado alguna vez, además es como Mire Usté (es del mismo equipo, llevan años haciendo lo mismo en la radio catalana). Porca Misèria es una serie de Joel Joan, van por la tercera temporada y es una delicia. Yo me perdí la primera temporada porque no vi el primer capítulo (me cuesta engancharme a una serie si no veo el piloto, manías mías), pero en verano, cuando yo estaba preparando la presentación del proyecto, la repitieron en las sobremesas, y fue ver el primer capítulo y enamorarme completamente. Además, como es una temporada de 13 capítulos, emitiéndola diariamente se la ventilaron en 3 semanas!

El mejor capítulo que he visto hasta ahora fue el que emitieron justo antes del parón. Pere (Joel Joan), guionista, tiene que escribir el capítulo piloto de una sitcom para la Cardona (Mercè Sampietro), su jefa. Se le ocurre que la Cardona pueda tener un hijo de los que no se van de casa, que tenga una novia un poco analfabeta (quilla). De repente todos esos personajes aparecen en su salón (la Cardona, que siempre va de traje, vestida de chándal, es un shock), y le van dando su opinión sobre lo que va ideando. Y luego aparece el típico vecino pesado, y Pere dice que no quiere caer en ese cliché, pero el vecino es pesado y se queda en la serie. Por la noche, todos duermen en la cama con Pere y Laia (su novia, Anna Sahun), pero Pere por no molestar se va (con todos los personajes) al sofá. La novia del hijo le pide que quiere ser un poco inteligente, Pere accede a regañadientes y ella empieza a hablar cultamente. Pero Pere siente que le falta algo a la serie, un gancho.

Mientras, en la vida real, su padre (que se separó de su madre cuando él y su hermano eran pequeños, y desapareció de sus vidas durante dos años) le invita a cenar, él es reticente pero su hermano le convence (aunque los personajes de la sitcom también influyen). Nada más ver al padre ya me imaginé lo que vendría... le dice que es gay, y que cuando lo descubrió había pasado por una depresión, y por eso había desaparecido aquellos dos años. Pere vuelve a casa... y se encuentra a la Cardona y a la novia del hijo enrollándose en el sofá. Se escandaliza y dice que no piensa utilizar la homosexualidad de su padre para la sitcom. Las dos mujeres siguen a lo suyo... y Pere acepta la realidad, que ése es el gancho que buscaba: una madre que le roba la novia a su hijo.

De esta serie me gustan muchas cosas, pero una de ellas es la capacidad de mezclar realidad (la realidad de la serie) y ficción (en este caso, los personajes salidos de la cabeza de Pere... en otro capítulo, donde tenía una crisis creativa, se le aparecía un actor de Los Soprano -bueno, alguien que se le parecía- y le daba consejos). También me encanta que mezcla la vida cotidiana (no es un gran culebrón en el que las parejas se crean y se destruyen a la velocidad del rayo, sino que hay parejas estables como la de Pere y Laia, de las que se ve el día a día, la convivencia... y también las pequeñas peleas, claro) con los entresijos de la tele (en anteriores temporadas, Pere era un guionista de un late show, presentado por la Cardona, pero ella tuvo un infarto y dejó de hacer directos, por eso se le ocurrió lo de la sitcom).

Y como se nutre de la cotidianidad, es fácil sentirse reflejado en algunos personajes. Los míos son Laia y Natàlia (Mercè Martínez; tiene un exnovio reconvertido a amigo con mucho morro en común con Laia, y trabaja con el hermano de Pere): con Laia comparto la nula capacidad social (aunque creo que ella mete más la pata que yo), y con Natàlia, la inseguridad (creo que yo lo soy más que ella).

Vamos, que Porca Misèria (el título, por cierto, viene de la mascota de Laia y Pere, una cerda -porca en catalán- que Laia se trajo del trabajo -es bióloga-, y a la que llamaron Misèria -que significa miseria :P-) es una muy buena serie, sorprendente pero sin estridencias. Por una parte me encanta que sea en catalán, que de tres cosas que veo en la tele todas sean productos catalanes es curioso cuanto menos; pero por otra, me sabe mal que no se pueda disfrutar en el resto de España.

Hoy toca TeleMonegal, pero he dicho que no veré la tele... Es que llevamos dos semanas sin ver BTV, no sé por qué será pero hoy le he preguntado a Cris y me ha dicho que ella tampoco la ve bien, así que como mínimo parece que es cosa del barrio. Ahora les escribiré un e-mail, a ver.

Etiquetes de comentaris:

Anonymous Anònim va dir...

Genial Porca Misèria, y larga vida a la Cardona! Mercedes Sampietro me encanta, es la mejor.

9/12/06 15:18

 

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