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17.7.05

némesis

Cuando menos te lo esperas, encuentras a la persona que menos esperas (y que menos deseas) en el lugar más inesperado.

Expliquemos primero la situación: estamos en The Ugly Mug con unos amigos, en típica formación de discoteca (uséase: formando un círculo), a mi derecha está Xevi, a su derecha Aina (una amiga suya de la facultad), después mi niño, luego Dani y cerrando el círculo, yo misma. De repente el niño, mirando hacia mi izquierda (entre Dani y yo, a mi espalda), suelta una exclamación del tipo "Cómo tú por aquí?". Yo pienso, lo típico, se ha encontrado con un amigo del instituto o lo que sea, alguien a quien hacía tiempo que no veía. Cierto, hacía tiempo que no veía a esa persona, pero no era lo que yo me había imaginado. El chico se abalanza sobre mi niño, se saludan, y yo veo quién es: Miguel Ángel. Mi némesis aacheniano. Aquel al que yo solía referirme como m.a. en mi diario porque no merecía que escribiera su nombre completo ni usara mayúsculas.

Se pone a hablar con el niño, ignorándome (no es novedad). Yo mientras tanto hablo con Dani, que me pregunta quién es, yo se lo digo y dice "Ah, aquel gilipollas de Aachen?". Sí, las historias llegan lejos. Le comento alguna anécdota que él no sabía (la de la Cordelia, luego la explico)... Y después de un rato, parece que m.a. se va a despedir del niño, entonces nos encontramos justo enfrente uno del otro y no le queda más remedio que saludarme, la conversación entre nosotros es corta y superficial (rollo "qué tal todo?", "muy bien y tú?"). Se hace el chulo respecto a la fiesta ("qué, ahora a Manaus y luego Privat, no?"), el niño le comenta que no saldremos porque yo no me encuentro muy bien (cenamos pizza y luego el Desperados que me tomé en el Ugly no me sentó muy bien, no pude ni acabármelo), y el muy imbécil empieza con las chuleadas del tipo "qué pasa, nos hacemos mayores? Ya no aguantamos el ritmo de Aachen?" (estas frases, de por sí, no tendrían nada de malo, si no fuera porque en Aachen, el primero en rajarse de todo lo que oliera a juerga era él). Finalmente se va hacia la otra sala (ya comenté la semana pasada lo de los 2 ambientes del Ugly), el niño y yo nos miramos, flipados de habernos encontrado a semejante personaje en nuestro territorio. Xevi comenta "me ha gustado la conversación que ha tenido con Cristina". Yo le digo que no es nada nuevo...

El niño me comenta que en su apasionante conversación, m.a. le ha dicho lo típico de "a ver cuando organizamos una cena de la gente de Aachen!". El niño le dijo que sí, que a ver cuando quedábamos. La cosa no tendría mayor trascendencia si no fuera porque precisamente, últimamente ha habido movimiento de mails para organizar una cenita... que finalmente será el viernes que viene. Como se puede deducir, m.a. ha sido deliberadamente omitido de la lista de destinatarios de los mails. Lo mío con él es cosa aparte, pero es que a nadie le cae bien. El niño se ha sentido mal por hacerle el vacío tan descaradamente, porque aunque a él también le cae fatal, y la semana que viene prefiere cenar con unos viejos amigos que tener que aguantar las payasadas y chuleadas de este personaje, si en el futuro se entera de que ha habido esta cena, el que quedará fatal será el. Pero yo le he consolado diciéndole que:
a) Esa persona no nos interesa para nada, cuanto más lejos, mejor.
b) En el hipotético caso de que le llame o se lo encuentre por la calle y le recrimine no haberlo invitado a la cena, él podría decirle que aprendiera un poco de educación y saludara a la gente.

Y qué tiene este tío para caernos tan mal? Pues que es un prepotente y va de chulo. Presumía constantemente de conocimientos de alemán. Vale que sabía más que todos nosotros porque lo había estudiado y ya había estado viviendo en Alemania anteriormente, pero no sabía tanto como aparentaba.

Antes de toda fiesta (viernes y sábado eran fiestas obligatorias), cuando íbamos al supermercado a comprar las provisiones (alcohol, vamos), siempre iba en plan "voy a arrasarlo todo", "esta noche vamos a beber mucho!", y cosas así... Pero luego llegaba la noche y ya nos ves a todos bebiendo y él el más recatadito, con su Martini mini (que quede claro: no es obligatorio emborracharse, lo que no me gusta es que vayas de borracho y luego seas el primero que te rajes, por sistema). Recuerdo un día que decidimos jugar al Yo Nunca (lo más divertido es entrar en temática sexual, jaja!), y él, que durante la tarde había seguido el ritual de "soy el más juerguista!", ni bebió, ni jugó... pero se quedó con nosotros! No sé cómo lo permitimos, pero el tío se estuvo enterando de las intimidades de todos, pero sin participar. Como los demás íbamos adquiriendo un nivel etílico, ya ni nos fijábamos en lo que confesaban los demás, así que el único que se enteró de algo fue él.

Otra cosa en la que también pecaba mucho de boquilla era con las chicas. En toda discoteca, siempre estaba comentando a uno y a otro "mira esa, qué buena está", "después de esta canción le digo algo"... Y el "después de esta canción" se convertía en nunca. Pero el coñazo a los demás, que iban a la fiesta a divertirse, lo daba igualmente. Esta chulería conquistadora le llevó a hacer una apuesta con otro chico, Miguel (un solete, más inocentón era el chico, qué majo!): si durante su estancia en Aachen se ligaba a una alemana, Miguel le pagaría una cena; si no, la pagaba m.a. La apuesta tenía precedente: en su anterior estancia en Alemania (un poco más al sur del país), había apostado lo mismo con su compañero de piso (un alemán). En aquella ocasión ganó el alemán, pero m.a. es de los que tropiezan dos veces con la misma piedra :P. Quién ganó esta vez?

Isaac, un gaditano aacheniano (un sol de hombre), tenía la teoría de que m.a. era una mariquita antigua. Un gay muy metido en el armario y sin ganas de salir de él, vamos. Ciertos detalles avalaban esta teoría, como que por mucho que comentara lo buenas que estaban las tías, al final acababa no entrándole a ninguna, como la constante necesidad de hablar de tías (aún cuando no viniera a cuento), el creerse que todas las tías le acosaban... No sé, tendríais que conocerle para notar todo esto, pero yo sí creo en esta teoría. Y no es que me parezca que ser gay sea malo, que no, lo que me parece malo es negar tu condición y encima aparentar exageradamente lo que no eres.

En Agosto, nuestra teoría se desmontó un poco. En una fiesta, conocimos a Cordula, una alemana que hablaba un poco de español y que no sé qué vio en m.a. pero por lo visto le gustó (y al final resultó que era verdad y no un farol de m.a.). El nombre se pronuncia Cordúla, pero yo la llamaba Cordelia por el personaje de Buffy, Cazavampiros (la pija que se une al clan de Buffy, al final acaba en Los Angeles en el spin-off Angel), y además en mi borrachera más sonada me pasé todo el trayecto a casa llamándola así y recordando al actor que interpreta a Angel (David Boreanaz), que está buenísimo!!

Empezó a salir con nosotros de fiesta, y finalmente pasó lo que tenía que pasar: m.a. y Cordelia se enrollaron. m.a. ganó la apuesta (aunque no creo que haya cobrado el premio, porque Miguel está en Francia y que yo sepa no se han visto). Pero eso no fue lo más fuerte: empezaron a salir! A m.a. le quedaban apenas un par de semanas para volver a Mallorca, aunque después volvería durante un mes más (otra cosa pal bote, ahora lo explico). Por lo que sé, lo dejaron enseguida, así que la teoría mariquita antigua se sigue sosteniendo, considerando que con el caso Cordelia consiguió un doble objetivo: mantener las apariencias y ganar una apuesta (aprovechando que por lo menos una chica se interesaba por él :P).

A ver, el retorno de m.a. Resulta que en su proyecto (también en Philips) utilizó unas placas, hizo un software para utilizarlas y para ello se tuvo que empollar muchos datasheets (a veces le llamábamos El Datasheet, porque siempre que no quería salir ponía la excusa de que tenía que leer datasheets). Poco antes de acabar, llegó la nueva versión de las placas. Necesitaban a alguien que adaptara el software a las nuevas placas, y para qué contratar a alguien que se empolle los datasheets cuando tenemos a alguien que ya se los sabe y en un mes nos lo soluciona? Así que le contrataron por un mes. Ya podéis imaginarlo, como un gallito porque lo habían contratado en Philips, y porque "de momento es un mes, pero no descarto la posibilidad de quedarme". Iluso!

Estas son algunas de las anécdotas que definen al personaje, iré poniendo algunas más (las que haya recogido en mi diario) en Living in Aachen (cuando actualice... prometo ponerme a ello en cuanto sea ingeniera!!), de hecho ya hice un comentario en el post de la primera fiesta, relativo a mi relación personal con él. Profundicemos en ello.

En los 6 meses que estuve en Aachen, coincidí con 3 estudiantes de mi universidad: Christian, m.a. (que también iban a Philips) y Carla (que iba a la universidad). Christian es amigo del niño desde pequeños, y actualmente sale con Carla. Pero entonces no nos conocíamos, así que decidimos quedar algún día antes de irnos para al menos vernos las caras y hablar de cosillas. La primera vez Carla no vino. Fuimos a comer, y m.a. se pasó toda la comida ignorándome. En cambio, con Christian, todo eran atenciones (y chulerías, del rollo "yo soy lo más porque ya he estado en Alemania y sé mucho alemán"). Quedamos otra vez para conocer a Carla, y más de lo mismo: con Carla derrochaba amabilidad (en ese momento pensé que intentaba ligársela, pero luego deseché la idea, jeje), con Christian simpatía, y conmigo lo único que derrochaba era silencio.

Christian y m.a. se fueron un par de semanas antes que Carla y yo. Christian me dijo que si podía vendría a buscarme a la estación, pero como llegué en horario de trabajo, le envié un SMS con mi número de apartamento para que viniera a buscarme cuando llegara a casa. Vino con su amigo (mi futuro niño!!), me invitó a su casa, me acompañó a comprar, me invitó a cenar (porque yo entonces no tenía utensilios de cocina) y me explicó cosillas. Este chico sí que es simpático (a la semana siguiente, cuando llegó Carla, le hizo la misma bienvenida)! Cuando subí por primera vez a su casa, había más gente, y me los presentó. Aunque no me conocían de nada, todos me preguntaron qué tal había ido el viaje. Después llegó m.a., y ni siquiera me saludó (así que ni hablar de preguntar cómo ha ido el viaje!)

Este fue el inicio de nuestro desencuentro. Yo entiendo que no le pueda caer bien a todo el mundo, lo que no entiendo es qué le había hecho yo para que sin conocerme me tratara como basura. Porque lo que me hizo después (básicamente intentar hacerme el vacío quedando con Christian a solas para cenar o lo que fuera, suerte que Christian es un solete y me invitaba también, al final fue m.a. el que cenaba siempre solo... no porque no lo invitáramos, sino porque siempre tenía un datasheet que leer :P) lo puedo entender (si una persona no te cae bien, no quieres pasar tiempo con ella), pero tengo curiosidad por saber por qué le caía mal antes de conocerme.

Espero que esto haya sido una casualidad y que no se vuelva asiduo del Ugly, porque no sé si podría poner cara de hipócrita si me lo encontrara cada semana. Ya hice el hipócrita durante 6 meses, y acabé bastante harta. Volver a verlo me ha removido recuerdos, de lo mal que se portó conmigo y de lo gilipollas que llega a ser, y no me gusta. Por suerte, siempre tengo mi blog para desahogarme y psicoanalizarme :P

Hoy, pre-presentación y cine: Los 4 Fantásticos! (uy, tengo que comprar las entradas :P)

only 3 days 5 hours 42 minutes to present my thesis!!

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