Bienvenido! Este blog ya no se actualiza. La razón es que me he mudado a un servidor propio y he montado un nuevo blog en WordPress.
Visítame en el nuevo Children at your feet.

3.2.07

peces gordos

MGS
Ayer estuve en la planta 11 de este edificio, en una sala de reuniones enooorme con una mesa redonda grandísima... y con algunos peces gordos de la empresa. Es curioso, en 6 meses no había salido de la oficina y esta semana ya he ido a dos reuniones. La del miércoles estaba prevista desde hace tiempo y ya me dijeron que tendría que ir, pero la de ayer vino de sopetón. Llevo dos semanas analizando las ofertas que han presentado diversos operadores para renovar las telecomunicaciones (incluyendo la migración a telefonía IP... es un proyecto muy parecido al de la empresa de la visita del miércoles, además las dos empresas pertenecen al mismo sector :P) de un cliente nuestro, que tiene la sede central en el edificio de la foto. El viernes la gerente que lo lleva y el socio de mi empresa tenían que ir a presentar las conclusiones al cliente, así que el jueves la gerente y yo estuvimos repasando las tablas comparativas que yo había preparado. La gerente me dijo que al día siguiente se lo enseñaríamos al socio y que a lo mejor me pedía que fuera a la reunión con ellos porque era la que lo conocía todo más al detalle. Qué miedo! Pero por lo menos me avisó el día antes y pude vestirme adecuadamente, que me llega a pillar con los tejanos y las bambas y glups!

Yo pensaba que no serían capaces de llevar a una junior a una reunión con los peces gordos, y es que de hecho los peces gordos son los que menos idea tienen sobre tecnología así que no creía que entraran en detalle con las tablas... Pero el socio dijo que sí. Y para allá que nos fuimos. La reunión fue como digo en la planta 11 de la sede central, nosotros éramos 3 y ellos 5. Yo prácticamente no abrí la boca, sólo me preguntaron sobre un detalle que algunas ofertas contemplaban y otras no, y casi no abrieron los dossiers con las tablas que les habíamos preparado. Pero la verdad es que fue muy instructivo ver como cada uno estaba obsesionado con una cosa (uno por los SLAs, otro por la seguridad...), y que mi Jefe Supremo (el socio) iba más encaminado a obtener rebajas sobre los precios iniciales, primero, y atar los flecos técnicos, después (es lo que tiene saber los precios de coste de los elementos que te están ofertando, así sabes hasta dónde puedes apretar el precio... y también tener experiencia negociando este tipo de cosas, que los operadores al fin y al cabo son 4 mal contados y te los vuelves a encontrar una y otra vez, así que ya conoces sus puntos débiles). No sé, aunque yo no pintara nada entre tanto encorbatado que pasaba de los 40, creo que fue un privilegio estar presente, aunque fuera de oyente.

Por cierto, que no sé si he explicado alguna vez lo que hacemos, mi empresa es una consultoría de telecomunicaciones, la cosa va así: la empresa A quiere mejorar algún aspecto de sus telecomunicaciones (migrar a telefonía IP, actualizar su red corporativa de datos, crear una nueva infraestructura de telecomunicaciones en un nuevo edificio o campus industrial...) y hace un pliego de requerimientos al que diversos operadores presentan ofertas, A lo adjudica a uno o varios (por ejemplo, B para servicios de voz y C para servicios de datos) y empieza la implantación. Nosotros estamos entre A (nuestro cliente) y los operadores: aportamos visión técnica a A, ya que los que toman las decisiones no tienen ni pajolera idea de cosas técnicas, y también experiencia en el trato con los operadores, y delante de éstos actuamos de cliente con conocimiento técnico (no nos pueden tomar el pelo tan fácilmente). Además normalmente el cliente no sabe lo que quiere, así que también nos pide ayuda para el pliego. De hecho nos suelen contratar desde el principio, en que hacemos una auditoría de lo que está bien, lo que está mal y lo que es mejorable (esto no aplica en caso de nuevos emplazamientos, porque no hay nada que mejorar sino todo por implementar, y hay que analizar las necesidades de comunicaciones de ese nuevo emplazamiento), después se hace un proyecto ejecutivo en el que se especifica cómo mejorar, y a partir de ahí se hace el pliego (un ejemplo de lo contrario es la empresa que visité el miércoles: ellos solos contrataron la migración a ToIP, pero luego se vieron incapaces de llevarlo a cabo y nos contrataron).

A la reunión que me encantaría ir, pero no caerá esa breva, es a la de seguimiento del proyecto de la visita del miércoles. Resumiendo, el cliente (A) tiene actualmente una serie de líneas analógicas, RDSI y DDIs contratadas con el operador B, cuya numeración pasará a formar parte del sistema IP de un segundo operador, que en este caso es el mismo de salida, B. Hay algunas líneas analógicas que deben mantenerse en el sistema antiguo, porque se utilizan para faxes o alarmas, y otras que no están asignadas a usuarios vale más la pena darlas de baja y si en el futuro se necesita un número, contratar un nuevo DDI (la migración de las líneas actuales se hace para mantener la numeración actual de cada usuario, y en este caso no sería necesario). Con B se estableció que aunque en las tablas de programación nosotros indicamos las líneas a dar de baja, no se daría nada de baja hasta después de una reunión en la que nos sentaríamos nosotros, los de A y los de B a repasar línea por línea los pasos a seguir (por si alguna línea que no nos consta sí que está realmente en uso). Pues resulta que en una sucursal (la de mi barrio para más serendipia) que ya se había migrado se incorpora un nuevo usuario, y como según nuestras tablas había 2 DDIs libres (líneas analógicas que se habían migrado al nuevo sistema como DDI) le asigné uno. Y ahora B dice que esos 2 DDIs se dieron de baja, y que esa era la operativa que se acordó. Como diría Palomino, Mentira!!, pero es que además en este caso no pueden ni aferrarse a lo que pone en las tablas de programación, porque en ambos números se indicaba que se migraran.

Lo dicho, que puede ser muy divertido ver a B defendiendo lo indefendible, y es que me fascina la capacidad de alguna gente de seguir negando lo evidente aunque esté clarísimo que los has pillado; en esto mi hermana era (o es, que ahora no sigo mucho sus andanzas) una experta, ya podía mi madre presentarse en la academia de inglés y comprobar que ella no había aparecido por clase, que al volver a casa mi hermana le juraría que sí había ido.

Etiquetes de comentaris: ,

Digues la teva!

Inici