ira contenida

Ayer empecé a escribir un post sobre mi jefa. Lo tengo a medias, pero creo que no voy a terminarlo. No lo borraré, pero lo guardaré para mi. Más que nada porque para entender la realidad de las circunstancias debía explicar mucho background y se iba a convertir en el post más largo de la historia de este blog. Y también porque el bajón ya se me ha pasado, y aunque no daba nombres ni nada tampoco quiero hablar de la gente por una tontería.

La cosa es que el viernes tuve el primer desencuentro con mi jefa. Ya me habían puesto en antecedentes sobre su doble cara, sus aires de grandeza y sus bajezas... y también lo había visto con mis propios ojos en su actitud con otras personas... pero cuando te toca a ti te duele igual que si no te hubiesen avisado o no lo hubieras visto.

Lo peor es que la cosa no fue para tanto, pero desde que pasó (además viniendo de una semana de tranquilidad y buen rollo) hasta que me fui a casa y pude explotar, pasaron unas 3 horas en las que me estuve comiendo la cabeza, y luego estuve toda la tarde rallada. Además, mis padres se iban a Cunit con lo que no pude desahogarme con nadie...

Pero bueno, supongo que la vida es así y que gente imbécil te la encuentras en todas partes, y lo que tengo que pensar es que no voy a estar ahí mucho tiempo y que tengo que aguantarla lo mejor que pueda.

Por cierto que hay dos cosas que me han hecho sentir un poco mejor:

• Ayer fui a cenar con Salva. Al final de la noche ya me animé un poco, pero al principio estaba en plan negativo y todo lo veía mal. Él me preguntó qué podía hacer para ayudarme, que si quería me multiplicaba por -1. En ese momento no le reí la gracia pero... es un friki!! (y me encanta ;) )
• Esta noche me han llamado mis padres para preguntar qué tal estaba. Me ha sorprendido!! Al final resultará que la gente cambia.